Los problemas del sector energético en España son de sobra conocidos, y se pueden resumir en que tenemos unas de las tarifas eléctricas más caras de Europa debido a un exceso de capacidad de producción, que se mantiene gracias a diversas subvenciones. Ello ha provocado la desaparición de la industria renovable, el enfado de la comunidad internacional por falta de seguridad jurídica y, lo que es peor, una deuda a todos los españoles que va a durar 25 años.
De mi experiencia de lo que ocurre en EEUU, que sigue una política energética más estable, cinco propuestas para arreglar el sector y que no volvamos a llegar a donde estamos:
- Crear un Regulador Energético (que regule de verdad, independiente, no como la CNE) que sólo se preocupe de una cosa: mantener los precios bajos. Al estilo de las Public Utility Commissions (PUC), que existen en cada Estado del país americano. Asi se evita que sea un Ministerio (político) el responsable y las “puertas giratorias”. Para ello:
- Que tenga las competencias de fijar los costes regulados, entre ellos la remuneración del transportista y los distribuidores, asi como cualquier coste o subvención. También los peajes de acceso a red para pequeño productores como los solares de tejado (y evitar injustos “impuestos al sol”).
- Competencias en vigilar que el comportamiento del mercado eléctrico sea competitivo, asi como las ofertas y marketing de los comercializadores.
- Bien dotado: 100 profesionales (economistas, ingenieros) dedicados en exclusiva a ello, personas que no les pueda engañar una gran empresa eléctrica.
- Presidente y Consejo nombrado por el Parlamento cada 6 años. Obligatorio que esas personas tenga PhD, sin afiliación política y 10 años de experiencia en el propio organismo.
- Todas las reuniones que mantengan con cualquier empresa, que sean públicas y grabadas en video, que ha de ser colgado en Internet.
- Los procesos de fijación de los costes regulados, que sean procesos semi-judiciales, y públicos. De forma que si un directivo no dice la verdad, asuma responsabilidades personales.
- Separar las competencias que tiene Red Electrica de España (REE) de Operador del Sistema y Operador de Red. Así no habrá incentivos perversos a construir más líneas eléctricas de AT que las necesarias (ni ex-ministros presidiéndola). El Operador del Sistema (ISO), independiente y con forma jurídica de ONG, o fundación sin ánimo de lucro. (Así son en EEUU). Similar a OMIE, con el que puede fusionarse.
- Eliminar los pagos por capacidad y la interrumpibilidad. No tiene sentido que un país donde hay con un exceso de capacidad superior 30% (capacidad disponible frente a máxima demanda), se esté pagando por tener cobertura de capacidad disponible cuando no se va a usar (el ideal ronda el 10%). En todo caso, hacer una subasta como se hace en PJM. Muchas plantas quizás tengan que desmontarse o “hibernarse”, si se hace, por subasta.
- Eliminar de la factura subvenciones cruzadas y regalos autonómicos como la moratoria nuclear, el aporte insular (que los turistas paguen por lo que consumen) o la garantía del suministro al carbón. Acabar en plazos adelantados la deuda eléctrica, no tiene sentido estar pagando intereses a prestamistas por tener una tarifa electrica más barata, es hipotecarnos sin necesidad.
- Si se deciden incentivos a la producción de algun tipo, como renovable, que sea con incentivos fiscales (tax credits), y no feed-in tariffs, ya que se auto-financian solos y los gestiona Hacienda, siempre con mejor criterio para gastar que Industria.